Después de 3 años tuve el privilegio de encontrarme con mi amigo Ken Blose en la ciudad de San Luís Rió Colorado. Como siempre, se mostró hospitalario al igual que su esposa Juanita y su hija hermosa niña Kendy. Tuve un gran tiempo con ellos y me divertí en gran manera una noche cuando Kendi decidió poner un pequeño escenario para cantarnos a sus papas y a mí. ¡Que talento! Esta niña estuvo cantando aproximadamente 30 minutos canciones que fluían de sus labios de una manera espontánea, en otras palabras, ella los componía a su manera.
Mucha gente me ha preguntado por Ken, y mi respuesta siempre ha sido la misma; aunque él se encuentra al norte de nuestro país, Ken y su familia siguen siendo parte importante del ministerio Caminando Bajo Su Gracia.
Permítame relatarle brevemente lo que Dios esta haciendo a través de este hombre humilde;
Ken ha estado trabajando estos tres años en un lugar llamado Corazones Compasivos. Un ministerio que se enfoca en ayudar a niños que sus padres no los pueden cuidar, o no los pueden mandar a las escuelas o no tienen las finanzas para mantenerlos.
Este ministerio cuenta con varias secciones, déjeme nombrárselas;
1. Cuentan con una casa hogar que esta diseñada para niños y niñas no mayores de 12.
a. Esta casa alimenta a todos los niños que se encuentran en ella. Además, los niños son llevados a una escuela pública.
2. Cuentan con un albergue para niños mayores de 12 años.
a. Diariamente son llevados por el director del albergue a la secundaria.
b. Cada uno de ellos recibe sus 3 alimentos cotidianos.
c. Cuentan con un lugar donde se les enseña a trabajar en talleres como, carpintería, albañilería.
Quisiera seguir hablando de todo esto, sin embargo, mi mayor anhelo al viajar a esta hermosa ciudad era la de encontrarme con el amigo que dio inicio conmigo en el ministerio de Caminando Bajo Su Gracia para México. Ken ha sido de gran bendición en la página de Internet, y fue de gran apoyo para abrirnos las puertas en la ciudad de México, y lo que Dios ha hecho a través de El es inigualable. Por supuesto le damos la gloria a Dios, pero también honramos a este varón que se he dejado usar por Dios de una manera sobrenatural.
Con todo mi corazón, gracias Ken, gracias Juanita, gracias Kendi, por haberme recibido con los brazos abiertos, y oro a Dios para que sigan siendo una luz en medio de la oscuridad en la manera que Cristo vive Su vida por medio de ustedes.
Atentamente
Director Ejecutivo Para América Latina
Gerardo Vázquez
